La inflación no cede, las medidas antiinflacionarias como el PACIC (Paquete contra la inflación y la carestía) presentada en mayo por el Ejecutivo no muestran resultados y las y los mexicanos estamos cada vez más preocupados por la economía de nuestros hogares. Esta semana el INEGI dio a conocer que la inflación en el mes de enero fue del 7.91%, más alto de lo que se esperaba, por lo que Banxico tuvo que modificar su pronóstico de inflación para el final de 2023 de 4.2% a 4.9%.
Si nos enfocamos en productos particulares, el huevo y el pollo son dos de los productos que más preocupan a las familias mexicanas en su aumento de precios, principalmente debido a los sacrificios de aves por la gripe aviar. La carne de pollo ha aumentado en 13 pesos, un aumento del 18.6% respecto al año pasado; mientras que el huevo ha aumentado alrededor de nueve pesos de enero 2022 a enero 2023, un incremento del 30%. Respecto a este producto, la PROFECO emitió una alerta a los consumidores para que no consuman el kilo de huevo si lo venden entre 50 y 60 pesos.
Ante esta inflación fuera del rango de lo estimado por el Banco de México, esta semana elevaron la tasa de referencia en 0.5%, para quedar en 11%. El aumento fue superior a lo que el mercado estimaba (0.25%), y los expertos financieros lo consideran como un mal necesario.
A pesar de que el presidente prometió en diciembre que no habría cuesta de enero gracias a las medidas antiinflacionarias, los bolsillos mexicanos están resintiendo el comienzo del año.