Xóchitl Gálvez será la Coordinadora del Frente Amplio por México. Con la declinación forzada de Beatriz Paredes, se ha consolidado la narrativa ciudadana de la oposición. Resulta curioso cómo Gálvez, quien no tiene un antecedente partidista sólido, se ha convertido en la cara de la oposición política. Ella será la persona encargada de hacerle frente al presidente más aceptado de la historia moderna con un perfil indígena, apartidista, ciudadano, y también, carismático.
Para muchos resultó controversial la decisión de Alejandro Moreno de declinar en favor de Xóchitl incluso antes de que Beatriz Paredes lo hiciera. Sin embargo, Moreno cedió en pro de un bien político mayor: la supervivencia política del PRI. La declinación partidista garantiza la unidad política del frente, la supervivencia del partido y la posibilidad de ganar la elección en 2024. Xóchitl Gálvez se lleva una deuda política con el PRI y el PRD que deberá honrar de alguna manera.
Los tiempos modernos ya no demandan liderazgos corporativistas, partidistas o caudillistas. AMLO dejó claro que lo de hoy son liderazgos carismáticos y populistas. Xóchitl Gálvez es una líder carismática, dispuesta a vestirse con una botarga de dinosaurio con tal de lograr llamar la atención de los gobernados, pero también una político que enciende esperanza hasta en los más apolíticos del país. Xóchitl ya nos demostró que tiene capital político, carisma y afinidad ciudadana, ahora toca que nos demuestre si también será populista.
El populismo es una tendencia política que busca sumar a las clases populares a un proyecto político. La instalación del movimiento político de López Obrador es evidencia clara de la aceptación del modelo populista dentro de la población mexicana. Xóchitl Gálvez tendrá la disyuntiva política de si seguir los pasos del obradorismo y construir sobre una plataforma política sustentada en el populismo, o si buscará ser una desarrolladora de instituciones como en las campañas de la época del neoliberalismo.
Mi apuesta está en que Xóchitl Gálvez declinará por la estrategia del populismo. A la gente le gusta que los involucren en las decisiones políticas. Las consultas populares, el reparto de dinero a través de programas sociales, la defensa de causas populares, el impulso del nacionalismo y la mimetización política están de moda y funcionan. Xóchitl comenzará a andar en caminos obradoristas pero con una ideología diametralmente opuesta.
Xóchitl enfrenta un camino en donde podría construir una de las coaliciones políticas más ambiciosas de la historia. Tiene la responsabilidad de integrar a MC al proyecto político y crear el primer gobierno de coalición de la historia de México. Está en sus manos adherir o no a Marcelo Ebrard y cobijarlo como el activo político que representa. Los dados se han tirado, veremos si la suerte le sonríe.