Morena ya eligió a la “coordinadora nacional de la defensa de la 4T”; ahora toca repartir el pastel. Claudia Sheinbaum, como heredera del liderazgo de la cuarta transformación, será una pieza fundamental para la selección de candidatos clave en las gubernaturas, listas plurinominales para el Congreso de la Unión y la Jefatura de Gobierno en la Ciudad de México.
Esta semana tres personajes que han sido alfiles en Morena se ‘auto destaparon’ en sus intenciones para gobernar la Ciudad de México: Omar García Harfuch –secretario de Seguridad Ciudadana de la capital–, Clara Brugada –alcaldesa de Iztapalapa– y Ricardo Monreal Ávila –senador con licencia y ex gobernador de Zacatecas–. Los tres políticos muestran perfiles muy distintos entre ellos y representan a diferentes grupos.
El secretario de Seguridad Ciudadana ha combatido la inseguridad con eficacia, uno de los problemas que más preocupan a la ciudadanía a nivel nacional. Esto lo posiciona como un fuerte candidato que pudiera convencer a electores que no votarían por Morena en otras condiciones a votar por él. Harfuch ha sido de los hombres de mayor confianza de Sheinbaum y es el candidato de la ex jefa de Gobierno.
Clara Brugada cuenta con una gran base de apoyo popular, al ser Iztapalapa el bastión morenista en la CDMX así como la alcaldía más poblada con 1.84 millones de habitantes. La administración de Brugada ha destacado por el apoyo a programas sociales y sus proyectos denominados “Utopías”, espacios públicos dedicados al esparcimiento, la cultura y el deporte. Clara representa a la izquierda política en la capital.
Por último, Ricardo Monreal: el senador con licencia que anheló ser presidente y se quedó soñando. Llega debilitado a la contienda, ya que quedó en quinto lugar en la encuesta oficial de Morena entre los aspirantes presidenciales con el 6.5% de las preferencias. A pesar de su baja popularidad entre el electorado, no hay que subestimarlo. Las bases de apoyo de Monreal están en la Ciudad de México, en particular en la Cuauhtémoc, y tiene una gran capacidad de operación política que puede jugarle a su favor o en contra de otro candidato.
¿Se abrirá un proceso interno de encuesta como en el caso para la candidatura presidencial o el candidato para la jefatura de Gobierno será elegido por las cúpulas partidistas? AMLO y Sheinbaum son conscientes de que uno de los mayores riesgos electorales para el partido en el gobierno es perder su bastión, el cual ha sido gobernado por el PRD y Morena desde 1997.