Sin lugar para los débiles

Abre pantalla. A la mitad de un desierto ocurrió una masacre. Un cazador solitario se topa con los restos de un negocio mal logrado entre traficantes de drogas y algunos civiles. Cuerpos se calcinan bajo el sol mientras el cazador inspecciona la escena. El sol arde y el desierto se encuentra sin vida. En otro espacio del desierto, un asesino a sueldo busca un maletín con dinero dejando cuerpos a placer, ocultando sus huellas con armas extrañas y difíciles de rastrear.

Los hermanos Coen dirigieron estas escenas en la película “Sin lugar para los débiles” del 2007. Sin embargo, la realidad supera la ficción y los eventos recientemente ocurridos en Nuevo Laredo recuerdan a la violencia de una clásica y trágica película neo-western.

Un video de una cámara de seguridad muestra cómo unos militares someten, desarman, patean y fusilan a cinco civiles. No contentos con el fariseo, los militares fingen encontrarse en un enfrentamiento armado, protegerse del fuego cruzado y, después, proceden a alterar la escena y sembrar armas junto a los civiles ejecutados.

En un comunicado, la SEDENA afirmó que este video había sido “editado”, pero que se buscará llegar al fondo del asunto junto con la Fiscalía General de la República y que “existe impunidad en el desempeño del personal militar, ni se solapará ninguna conducta contraria al Estado de derecho”. AMLO no pudo más que lamentar los hechos, los cacharon con las manos en la masa. No podía defender lo indefendible. ¡Ah! ¡Pero no somos iguales a los otros gobiernos! ¿verdad?

Los militares han andado a mano suelta fusilando a civiles a diestra y siniestra. No hay justicia, derechos ni verdad en México. También, hace poco atacaron a unos jóvenes a principios de este año mientras andaban en una camioneta. No importa si atacaban a criminales o no, estos fusilamientos muestran el completo desdén y desprecio por los derechos humanos y el debido proceso.

Las películas resultan muy blancas a comparación de la cruda realidad y crueldad militar. Esto pasa cuando tenemos un gobierno que consiente, premia, procura y arropa al ejército en demasía. Este artículo es corto. Es triste y lamentable. Pocas palabras existen la profunda decepción en el corazón de los mexicanos.

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