Mientras las ‘corcholatas’ se estancan y desgastan en un proceso interno al que le falta chispa, la oposición ha mostrado un dinamismo que no tuvo en los procesos electorales del 2021 y 2022. El martes cerró el plazo para la obtención de las 150 mil firmas requeridas a los aspirantes a la candidatura presidencial por el Frente Amplio por México (FAM). En un inicio, se contabilizaron siete aspirantes que lograron las 150 mil firmas: Xóchitl Gálvez, Santiago Creel, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, Miguel Ángel Mancera, Silvano Aureoles y Francisco García Cabeza de Vaca. Sin embargo, el Comité del FAM hizo un corte y descontó firmas inválidas, con lo que quedaron fuera del proceso Mancera, Aureoles y García Cabeza de Vaca.
El corte molestó a los perredistas, quienes acudieron tanto al Comité organizador como al líder de su partido –Jesús Zambrano– para tomar cartas en el asunto. Ante la respuesta del Comité, el PRD quedó insatisfecho y decidieron tomar una pausa en su participación en el frente opositor. Pareciera que los del sol azteca están maniobrando para apalancar mayor peso político a su favor con el fin de obtener candidaturas para el 2024.
El 10 de agosto los cuatro aspirantes que pasaron el filtro participaron en un Foro para presentar sus visiones de país y denunciar los errores de la presente administración. Los participantes extrañaron la presencia de Jesús Zambrano e hicieron un llamado al PRD para no abandonar a la oposición. Xóchitl Gálvez recordó cuando Zambrano fue su jefe de campaña en su contienda por la gubernatura de Hidalgo. Beatriz Paredes destacó por la autocrítica a los gobiernos priistas y panistas en dejar pasar la oportunidad histórica para dar cauce a nuestra joven democracia y arremetió en contra de AMLO en ser “un accidente histórico por los errores que cometimos”.
Una cosa es un hecho, en este momento la oposición busca unidad y mostrar que han aprendido de los errores del pasado. Al Frente opositor también le hace falta sumar a MC; sin embargo, al escribir este texto la postura del partido naranja aún es enigmática. ¿Competirán solos como lo desea Dante, protegiendo su cuestionable puritanismo y dándole una posible ventaja a Morena? ¿O cederán al pragmatismo de Enrique Alfaro y su grupo jalisciense, fortaleciendo aún más a la oposición?