El señor Constitución protagonizó esta semana una actuación digna de un discurso de los premios Óscar. En su registro como aspirante presidencial por el Frente Amplio por México, Creel se conmovió hasta las lágrimas para convocar a quienes rechazan la actual administración a juntar toda la energía para decirle “adiós a Andrés”. A partir de este momento el discurso de Santiago Creel -quien usualmente es apaciguado- adquirió un tono más combativo en contra del presidente. Llamó a AMLO un “desgraciado presidente que llegó a pensar que era dueño de México”. Respecto a Xóchitl Gálvez, comentó que le tiene mucho respeto e hizo un llamado a la unidad en la oposición. Respondió a AMLO que no es verdad que en el Frente opositor ya se haya elegido a una candidata, a diferencia del movimiento de la Cuarta Transformación en donde aún se perpetúa la mala práctica del dedazo. Esta narrativa la ha mantenido Creel a lo largo de la semana, mostrando una faceta no tan usual en él.
A pesar de ser objeto de burlas en redes sociales por su efusividad, la estrategia del presidente de la Mesa Directiva del Congreso general le ha funcionado, ya que ha estado en boca del presidente en sus mañaneras y generado conversación mediática. La postura presidencial daña su investidura, ya que se mostró como un vulgar bravucón que ante la incapacidad de sus ‘corcholatas’ por relucir prefiere denostar a la oposición. AMLO no ha aprendido que no hay tal cosa como mala publicidad, y hoy por hoy Santiago Creel y Xóchitl Gálvez son los principales beneficiados de las mañaneras presidenciales.