A finales del año pasado, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) corrigió la convocatoria publicada por la Cámara de Diputados para elegir a los consejeros del INE, lo cual disgustó a la Junta de Coordinación Política de la cámara baja. Por este motivo, la JUCOPO reunió una mesa de trabajo para revisar las atribuciones del TEPJF y limitar sus facultades, presentando una iniciativa de reforma constitucional el 23 de marzo del presente año. El desdén que Morena tiene por nuestras instituciones electorales no es ninguna novedad. Lo que sí es sorprendente es que ante el enérgico repudio por el INE y por el TEPJF, no hayan logrado generar un consenso para aprobar la reforma al TEPJF ni siquiera en la Comisión de Puntos Constitucionales.
Toda esta semana la Comisión de Puntos Constitucionales intentó reunirse para dictaminar la reforma que tiene por objeto reducir el margen de actuación del TEPJF, sin embargo todos sus esfuerzos fueron en vano. En un primer momento, las distintas bancadas opositoras con excepción de MC acordaron colaborar con la propuesta. Por su parte, MC rechazó la iniciativa desde el inicio, criticando a la alianza Va x México ya que era “inadmisible el golpe al Tribunal Electoral”.
Pero lo más sorprendente fue que trascendió que el desacuerdo para sacar adelante la reforma surgió al interior de la bancada de Morena. Los medios periodísticos reportan que un grupo entre 60 y 100 diputados del partido guinda rechazaron la reforma por menoscabar los derechos político electorales de grupos minoritarios, como integrantes de comunidades y pueblos indígenas y afrodescendientes, miembros de la comunidad LGBTTTIQ+ y la paridad de género. Ante el desacuerdo y el caos legislativo, el PAN, PRI y PRD aprovecharon la oportunidad para salirse del acuerdo y mostrarse como una alianza opositora al régimen oficialista.
A pesar de ser un tanto accidentado el fracaso de la reforma al TEPJF, lo ocurrido en la Cámara de Diputados esta semana es una muestra que el diálogo parlamentario existe en el país y que no hay una mayoría hegemónica que logre desmantelar nuestras instituciones.