El cierre del periodo ordinario de sesiones de esta legislatura fue convulsivo en lo constitucional. La premura por aprobar una reforma electoral hizo que los diputados concedieran su derecho a revisar un proyecto legislativo, lleno de vicios de inconstitucionalidad, que terminó enmendando el Senado de la República.
El desenlace ya lo conocemos: se reformaron 6 leyes y artículos claramente inconstitucionales. En el Senado, el PVEM adicionó la minuta con la indeseable “cláusula de vida”, es decir, la facultad para que los partidos, en coaliciones partidistas, puedan transferir votos a partidos de su conveniencia, cláusula declarada inconstitucional por la SCJN en anteriores ordenamientos. También, la sesión sirvió para agudizar las diferencias entre el senador Monreal y Morena.
Luego de que la minuta se devolviera a la Cámara de Diputados, AMLO advirtió a los legisladores quitar la cláusula de vida, de lo contrario vetaría todo el proyecto. Morena y el PVEM hicieron caso. Ayer culminó el periodo ordinario de sesiones y el Plan B no pasó en su totalidad, el INE finalmente sí se debilitará a capricho presidencial, se rebelaron dos senadores morenistas (Ricardo Monreal y Rafael Espino) y la oposición litigará la reforma y su proceso viciado de errores procesales.