En el 2011, Ebrard le abrió camino a Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial del PRD. AMLO afirmó que sin odios y sin rencores construirían una sociedad amorosa, tomó la mano de Ebrard y no le quedó más que sonreír. “Los Pinos pueden esperar”, pensó para sí y guardó ese sueño para cuando las estrellas se acomodaran.
Hoy, tenemos un Ebrard que dejó sus trajes finos, que esconde su apellido de familia de alcurnia, que usa guayaberas y reclama la sucesión de Andrés Manuel tanto en Morena como en la presidencia. Sin embargo, los ojitos del Tlatoani no miran hacia Ebrard, miran hacia Sheinbaum. Marcelo denuncia el favor del partido a Claudia, muestra pruebas de la cargada en favor de su colega. Para mí, lo que más arde es la traición.
“Pero si yo te conozco desde que hiciste un plantón en el Zócalo pidiendo pagos para pescadores y trabajadores de PEMEX en el 93. Yo te deje ser jefe de Gobierno por el Partido Centro Democrático en el 2000. Yo te apoye durante mi jefatura, yo te deje ser candidato aunque valió pa’ nada y me tuve que ir a Francia. Yo te apoyé en tu campaña del 2018 y fui tu apoyo ante el mundo en la SRE. Yo estuve siempre para ti… ¡Es Claudia o yo!”, gritó Ebrard ante dirigentes y simpatizantes de Morena.
En la sucesión real, no es el siguiente en la línea, ni el segundo, ni el tercero… Después de Claudia, viene Adán Augusto. Casaubón no promete continuidad al movimiento con el que AMLO ha cambiado a México, la historia dirá si para bien o para mal, pero sí cambió a esta nación. #EsClaudia porque ella le cuidaría la espalda cuando no esté, ella seguirá con sus mega obras, ella sería un AMLO con colita de caballo y muy poca gracia. Las propuestas de Ebrard, hasta la fecha, proponen mejorar lo que la 4T no hizo: apoyar a las mujeres, mayor y mejor seguridad, mejores instituciones y sistemas de salud. Es decir, ¿Ebrard afirma que AMLO no lo hizo bien, entonces?
Se especuló una transición del partido guinda al partido naranja, pero Ebrard afirmó que no dejará Morena. Las encuestas no lo favorecen, hubieron legisladores que lo apoyaron, pero así como lo protegieron se esfumaron. Xóchitl Gálvez, desde la oposición, le tiene lástima por el desprecio de su partido y considera invitarlo a su proyecto como candidata. Ebrard dejó claro que es la presidencia o nada y ya se quemó el cartucho de militar en Morena. Los Pinos ya no existen para Ebrard. Bueno, AMLO ya los transformó en un centro social donde los adultos mayores sacan su tarjeta del INAPAM, pero entienden el punto.
No es no.