Esta semana Mario Maldonado en su columna de El Universal adelantó que el senador Manuel Velasco Coello (PVEM) sería virtualmente el caballo negro de una mega alianza entre MC, PVEM, PRD, PRI y PAN. Si bien es cierto que Velasco es uno de los pocos políticos jóvenes que cuentan con una experiencia política que muy pocos gozan, el senador del PVEM podría estar emprendiendo una de las estrategias electorales más interesantes rumbo a 2024.
Imaginemos un escenario donde el PVEM decide ir solo por la candidatura presidencial, por supuesto con Manuel Velasco. Al día de hoy, este partido gobierna San Luis Potosí y Quintana Roo, aunque también podríamos decir que Chiapas también pinta de verde. Además, el PVEM se consolidó como la cuarta fuerza política en la Cámara de Diputados con 41 legisladores. Es decir, gracias a Morena y buenas operaciones políticas locales, el PVEM está en un proceso político evolutivo, en el cual aspira a dejar de ser un partido bisagra.
Asumamos además que el PT postula a Fernández Noroña a la presidencia, que MC, PAN, PRI y PRD van con Marcelo Ebrard y Morena postula a Claudia Sheinbaum. Esto nos dejaría en un escenario hiper fraccionado. Es muy probable que con este supuesto Sheinbaum logre la presidencia; sin embargo, lo más probable es que Morena no logre siquiera la mayoría simple, constituyéndose como mayoría relativa. Ante esto, nos quedaría un equilibrio parlamentario donde ninguna fuerza tiene la capacidad por sí misma de pasar proyectos por sí misma, pero que con buenas negociaciones se podrían concretar fácilmente mayorías calificadas.
Aunque parece un escenario alejado de nuestra realidad, lo cierto es que es una posibilidad que no debe descartarse, pues Manuel Velasco probablemente perdería la elección presidencial, pero es muy factible que su partido se consolide como la tercera fuerza en el Congreso de la Unión. De esta manera el grupo político del PVEM podría influir de manera importante en la construcción de instituciones, como designación de ministros de la SCJN, comisionados, magistrados y hasta en las elecciones locales. No hay que perder de vista que el 2024 será un desafío para Morena pues AMLO ya no estará en la boleta.