La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, podría quedar inscrita en el registro de agresores por violencia de género. El tribunal electoral la acusa de violencia política de género por sus dichos realizados en su programa “El martes del jaguar” al haber insinuado que algunas diputadas del pri habrían compartido fotografías íntimas a Alejandro Moreno, para acceder a sus cargos de diputación. Si bien la gobernadora de Campeche, aún podría impugnar esta decisión, está a un paso de quedar inhabilitada para conseguir un cargo público en la siguiente jornada electoral.
El estilo agresivo y populista de la gobernadora de Campeche le ha conseguido una reputación particular. En algún momento el programa de Sansores llegó a tal relevancia que políticos, aliados y de oposición, temían protagonizar. Hoy en día, las consecuencias de su estrategia de comunicación, que juega en los límites de la vulgaridad, empieza a generarle consecuencias políticas. Porque es prácticamente innegable que Layda Sansores cometió violencia en razón de género cuando dijo “Pero cuidado diputadas, porque algunas de ustedes mandaron fotos en, de veras, unas hasta desnudas, entonces se las mandan a ‘Alito’ y ‘Alito’ con eso las tiene, y creen que él las va a cuidar y que va a proteger esas fotos, no, no pueden intimidar así con este señor, porque él no tiene escrúpulos”.
Qué simbólico sería que la primera persona que se le aplique la nueva “ley 3 de 3” fuera de Morena. Sansores podría ser la que abra el camino y genere un precedente importante para inhibir en la medida de lo posible la violencia política de género. También, es cierto, parece paradójico que la potencialmente primera persona sancionada por esta reforma constitucional, sea una mujer.