A menudo la madre es frecuentada como adjetivo calificativo para los políticos, ya sea por su ausencia o por su molestia. En tiempos de la cuarta transformación, es importante revisar cómo esta administración ha incidido en las madres de este país para conocer si realmente tienen un aprecio o no por ellas. En este texto, me propongo a comprobar la hipótesis de que muchos de nuestros políticos, en efecto, carecen en cantidad y en calidad de madre.
De acuerdo con el INEGI, al cuarto trimestre de 2022, en México residían 56 millones de mujeres de 12 años y más. De ellas, 67 % (38 millones) eran madres. En términos simples, una de cada tres personas en este país son madres. Por lo cual, sería muy lógico para la clase política intentar quedar bien con este estrato social que es tan importante para la demografía, economía y bienestar cultural. Sin embargo, parece que esto no sucede.
Desde que llegó Andrés Manuel López Obrador al poder, se decidió eliminar una serie de programas sociales en virtud de ejercitar la cuarta transformación de la vida pública del país. Todos estamos de acuerdo en gastar únicamente en lo más necesario. Sin embargo, dentro de estos recortes encontramos la eliminación del programa de escuelas de tiempo completo, la eliminación de las guarderías infantiles subsidiadas por el Estado, el Seguro Popular así como todo el programa Oportunidades.
Uno debe preguntarse, ¿cuál es la lógica detrás de esto y cómo la entrega de dinero en efectivo de manera directa beneficia más que los otros programas sociales?. Quizás el gobierno de la 4T buscaría que cada quien destine de la manera en la que más le conviene los recursos públicos que recibe. Sería demasiado perverso pensar que simplemente quieren crear bases políticas condicionadas a las rentas del Estado. No, no podría ser así.
Lo más probable es que los políticos de esta administración siguen ocupados transformando al país que se les ha olvidado que aún hay madres que merecen su atención. Aún cuando no he podido concluir si los políticos carecen en cantidad y en calidad de madre, sí pude demostrar que para ellos es más fácil intentar comprarlas a realmente ayudarlas.