Para hablar del #8M2023 y su impacto en la realidad política mexicana qué mejor que discutirlo desde nuestra trinchera: datos y acciones legislativas. Como cada año, la fuerza feminista se congregó para alzar la voz en favor de todas las injusticias que sufren vía la estructura actual de las instituciones. Bajo el lema “la policía no me cuida, me cuidan mis amigas” la ola morada se abrió paso por las principales calles de las urbes del país. Entonando canciones como “vivir sin miedo” de Vivir Quintana – con tambor batiente – marcharon como si fuera himno de guerra en contra del machismo y el heteropatriarcado.
Es importante mencionar algunos datos que como hombres deben hacernos reflexionar sobre nuestra forma de relacionarnos entre nosotros y con las mujeres. Entre el 2010 y el 2022 se han registrado 87,675 desapariciones de niñas y mujeres. Asimismo, entre el 2016 y el 2022, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró un total de 25,761 llamadas de emergencia de mujeres relacionadas con el delito de violación, es decir, una media de 3,680.1 por año. Entre 2010 y 2022, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 259,299 mujeres abandonaron su trabajo por acoso o discriminación y entre 2016 y 2022, el SESNSP ha registrado 4,756,707 llamadas de emergencia por parte de mujeres de incidentes de violencia familiar.
En materia legislativa nuestros representantes hicieron gala de su empatía con el movimiento y aprobaron algunos dictámenes de relevancia. Primero, se aprobó una reforma al Código Penal Federal y a la Ley Federal de Víctimas en materia de lesiones inferidas con ácido: la conocida #LeyÁcida. El objetivo de la reforma es tipificar las lesiones con sustancias corrosivas como ácidos e incrementar las penas (agravantes) toda vez que la víctima sea una mujer, persona con discapacidad o un menor de edad. La iniciativa sin duda aporta como ejemplo para los congresos locales, pero también da un sentido de justicia para las víctimas de este tipo de delitos. El dictamen fue turnado al Senado para culminar el proceso legislativo en su etapa revisora.
También la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley Federal del Trabajo en materia de igualdad sustantiva. La reforma busca eliminar legalmente las posibilidades de generar condiciones inequitativas entre los hombres y mujeres en las relaciones laborales. Para lograra ello se propuso prohibir todo tipo de discriminación salarial para todo trabajo en función del género. Con todo ello, la reforma en comento buscará dotar de un fundamento jurídico a las mujeres para que puedan denunciar ante las autoridades laborales todo tipo de discriminación ejecutada por sus patrones. Al igual que la iniciativa anterior, fue turnada al Senado de la República para su proceso legislativo.
En suma, aún queda mucho por exigirse y legislarse. La lucha no debe parar hasta que las condiciones en que viven las mujeres y los hombres no solo sean igualitarias, sino equitativas.