La estridencia y la confrontación parecen ser la nueva forma de hacer política. Estas tendencias están desplazando a la prudencia, tolerancia y capacidad de diálogo; virtudes necesarias para lograr acuerdos en un sistema democrático. Samuel García, quien aún es gobernador de Nuevo León y también precandidato presidencial por Movimiento Ciudadano, es quien recientemente se ha apropiado más notoriamente de éstas nuevas maneras de hacer política.
Durante todo su periodo como gobernador, Samuel García ha estado en una constante y aguerrida pugna con el Congreso local, ya que al ser la bancada naranja minoría, no ha podido gobernar con facilidad. Sin embargo, este obstáculo no debe ser un impedimento para alguien dotado con el liderazgo suficiente: con diálogo, negociación y acuerdos, todo es posible. Como dice el antiguo dicho, “la política es el arte de hacer lo imposible posible” y Samuel ha sido incapaz de hacerlo.
Este breve preámbulo nos sirve para explicar la batalla más reciente entre Samuel y el Congreso de Nuevo León. Debido a su urgente necesidad de hacer campaña, el abogado neoleonés requiere solicitar licencia para dejar el cargo por seis meses. En este supuesto, la Constitución local prevé que es el Congreso quien debe aprobar su licencia y designar al gobernador interino. La insistencia del Congreso de nombrar a un interino afín a los grupos del PAN y del PRI y su colisión con el talante autoritario del gobernador han provocado una situación de ingobernabilidad en la entidad. La incapacidad de Samuel de aceptar los designios de la mayoría parlamentaria es bastante incongruente, ya que recientemente presumió en la FIL de Guadalajara que uno de sus libros favoritos es “El Federalista” –nombre común para “Los papeles federalistas” escritos por Hamilton, Madison y Jay–, en donde, en el artículo 47, Madison expresa que “la tiranía se define, en rigor, como la concentración de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales en las mismas manos”.
La Constitución de Nuevo León es clara en su artículo 122, cuando la licencia del Ejecutivo sea por más de 30 días el Congreso del Estado nombrará al ciudadano que se encargará interinamente del Poder Ejecutivo. Bajo la definición de uno de sus libros favoritos, Samuel García sería un tirano que busca apropiarse de facultades conferidas al Legislativo. Lo más preocupante de toda esta situación ha sido la irrupción de un grupo de choque en la sesión del Congreso en la que se nombró al gobernador interino; un acto reminiscente al fatídico seis de enero de 2021, en el que un grupo de extremistas simpatizantes de Trump invadieron el capitolio con el fin de evitar que se formalizara la victoria de Joe Biden.
¿Acaso esto es lo que le espera a las “democracias” en el futuro?