El pasado jueves 22 de julio, el presidente López Obrador anunció en su conferencia matutina que retomará su plan de descentralizar a la Administración Pública Federal (APF). Este programa de ubicar distintas dependencias a lo largo y ancho del territorio mexicano fue una de las promesas de campaña de AMLO, que realizó con el objetivo de generar una distribución económica más pareja en el país. El 1º de diciembre de 2018, día de su toma de posesión, volvió a reiterar en el Zócalo su programa de descentralización, incluyéndolo dentro de los 100 compromisos que su gobierno iba a ejecutar durante el sexenio.
A la fecha, el presidente asegura que su gobierno ha cumplido con 98 de estos compromisos, únicamente faltando la descentralización de la APF y el esclarecimiento del caso Ayotzinapa. Recientemente, en conferencia matutina del 22 de julio, AMLO justificó que la demora en la ejecución de este programa se ha debido en gran medida por los esfuerzos para enfrentar la pandemia de COVID; sin embargo, agregó que “ya vamos a ir avanzando en este propósito”.
Respecto al plan de reubicar a las distintas dependencias – dentro de las que hay tanto secretarías de Estado, organismos descentralizados, empresas estatales e instituciones de banca –, éste se desarrollará en los 31 estados de la República, mientras que en la Ciudad de México se mantendrán la Secretaría de Gobernación, de Hacienda y Crédito Público, de Relaciones Exteriores, de Defensa Nacional y Marina.
Por lo pronto, AMLO confirmó que la Secretaría de Salud se reubicará a Acapulco, Guerrero, y dio a entender que será el cambio más próximo, ya que hace dos fines de semana visitó el puerto con el propósito de conocer el edificio al que se mudará la dependencia pública. Surge la duda, naturalmente, si el contexto actual es el más apropiado para reubicar a esta Secretaría, toda vez que la comunicación y coordinación entre el presidente y el Dr. Alcocer Varela debe ser lo más expedita posible, sobre todo si tomamos en consideración la pandemia que estamos enfrentando como sociedad desde hace más de un año, y de la cual no tenemos indicio alguno que terminará pronto.
Sobre las otras dependencias que tendrán un nuevo hogar, destacan la Secretaría de Economía (Monterrey, N.L.); Secretaría del Trabajo y Previsión Social (León, Gto.); Secretaría de la Función Pública (Querétaro); Secretaría de Energía (Villahermosa, Tabasco); Secretaría de Educación Pública (Puebla); PEMEX (Ciudad del Carmen, Campeche); IMSS (Morelia, Michoacán); ISSSTE (Colima); y la CFE (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas).
Llama la atención que el presidente, para anunciar que iba a retomar el programa de descentralización, haya sido tan enfático en que su gobierno ya ha cumplido con 98 de las promesas realizadas. Si a esto agregamos que en las semanas pasadas destapó a sus pretendientes favoritos para ser candidatos rumbo a la elección del 2024, naturalmente nos preguntamos si los esfuerzos de su gobierno, en los 3 años que quedan, los dedicará exclusivamente a mudar a las distintas dependencias de la APF por el territorio mexicano, a esclarecer el caso de Ayotzinapa y a promover, a modo de campaña anticipada, a los aspirantes para la candidatura presidencial por su partido.
Aún queda la mitad del sexenio por delante y mucho trabajo por hacer.