Juego de tronos

Al abrir una partida de ajedrez, la mejor estrategia es mover los peones para controlar el cuadro central del tablero. El jugador que controle esta área dominará el juego y esto le permitirá responder a los movimientos del contrincante con mayor agilidad. Marcelo Ebrard ha movido su primera pieza: Martha Delgado.

La anterior subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos en la Secretaría de Relaciones Exteriores dimitió a su cargo el pasado dos de mayo ¿la razón? Simple; apoyar abiertamente a Ebrard en su búsqueda por la silla presidencial. La paciencia del canciller se está colmando ante la renuencia de Morena para elegir a su candidato en el 2024 y la decisión de Delgado fue un llamado: Ebrard está listo.

López Obrador ha dejado claro quiénes son sus corcholatas: la jefa de Gobierno, el secretario de Gobernación, el secretario de Relaciones Exteriores y el coordinador de Morena en el Senado. Sin embargo, al otro lado del tablero sólo se encuentra Claudia Sheinbaum quien se siente muy segura de ser la favorita del presidente. Tal es su conformidad que, en lugar de elegir a su próximo equipo de trabajo para su campaña presidencial, solo se ha limitado a organizar conciertos en el Zócalo capitalino. Ticketmaster envidia la capacidad logística de los eventos musicales de la jefa de Gobierno.

La semana pasada, Morena falló en elegir a un comisionado para reactivar el pulso cardiaco del INAI, demostrando así la falta de unidad en el partido. Mario Delgado les pidió a las corcholatas, bueno a Ebrard, enfocarse en las elecciones de Coahuila y el Edo. Mex antes de pasar a las presidenciales. Morena necesita cohesión y es importante no generar más discordia en el seno del partido.

Los peones son piezas importantes porque pueden proteger al rey cuando se encuentre en un enroque ¿qué hará Delgado para promocionar los intereses de Ebrard?, ¿con qué otros partidos negociará si Morena falla en apoyarlo como candidato?, ¿qué alianzas tejerá por el bienestar político del canciller?

Ebrard no tiene tiempo que perder, ha movido su primera pieza y el juego ha comenzado…

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