Personaje de la semana: del 28 de marzo al 5 de abril del 2023.
El primogénito de la familia presidencial vuelve a causarle problemas al movimiento de la “cuarta transformación”. Por más que Andrés Manuel López Obrador ha reiterado una y otra vez que con su gobierno se acabará la corrupción, el nepotismo, el tráfico de influencias y que serán austeros, José Ramón López Beltrán siempre encuentra la manera de contradecir con hechos el discurso de su padre.
Una vez más Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) –uno de los némesis del Ejecutivo– publicó una investigación en donde dio a conocer que José Ramón habita actualmente en un domicilio en Coyoacán propiedad de Guillermina Álvarez, asistente de la directora de La Jornada, periódico que ha recibido la mayor cantidad de contratos en el sexenio y que superan los 750 millones de pesos. No es la primera vez que denuncian que López Beltrán habita en propiedades que por lo menos hacen sospechar de un presunto conflicto de interés.
Ante la incapacidad de poder explicar de dónde surgen sus recursos y la tendencia de habitar propiedades de personas que trabajan en empresas beneficiarias del gobierno actual, no nos queda más que concluir que López Beltrán es un zángano que aprovecha la posición de su padre. En la investigación de MCCI los periodistas se acercan al domicilio habitado por José Ramón para hacerle unas preguntas; la respuesta del mayor de los López Beltrán se asemeja más a la de un príncipe déspota que a la del hijo del presidente que presume ser el más demócrata: “Váyanse o llamo a la policía”.