AMLO dio el banderazo de salida para sus ‘corcholatas’, destapándolas oficialmente a pesar de que varias de ellas ya se están quedando sin gas. El presidente se esperó a que terminara el proceso electoral en Coahuila y el Estado de México, y pareciera que quien impuso la agenda fue el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. Todo inició a finales de mayo, cuando el todavía canciller anunció que presentaría su método para elegir a los candidatos tan pronto concluyeran las elecciones. El plazo se cumplió, los comicios se consumaron y Ebrard pospuso su anuncio a solicitud de la dirigencia. AMLO, celoso de tener el control de la agenda nacional y en su partido –que cada vez le pertenecen menos– solicitó reunirse con los cuatro aspirantes presidenciales –Sheinbaum, Adán Augusto, Ebrard y Monreal– así como con otros líderes morenistas en un restaurante en el centro capitalino para establecer acuerdos rumbo a la sucesión presidencial.
Al día siguiente de la reunión presidencial, se filtraron ciertos acuerdos respecto a las reglas bajo las que competirán los aspirantes, destacando: 1) renunciar antes del 15 de junio; 2) permitir el proselitismo entre el 15 de junio y la tercera semana de agosto; 3) una sola encuesta nacional cuyo método definirá un grupo de trabajo que incluirá a Mario Delgado, Citlali Hernández y representantes de los aspirantes; y, 4) reparto de posiciones para el segundo, tercer y cuarto lugar de la encuesta. No obstante, estos acuerdos no son oficiales y tendremos que esperar al domingo 11 de junio para conocer las reglas de sucesión, ya que en esta fecha se reunirá el Consejo Nacional de Morena para definir de una vez por todas el método oficial.
Pero las respuestas de las ‘corcholatas’ indican aspectos del carácter y expectativas de cada personaje. Marcelo Ebrard –acompañado de senadores, diputados, presidentes municipales y líderes partidistas– anunció al día siguiente su separación del cargo, efectiva a partir del lunes 12 de junio. Con esto se libera de sus funciones diplomáticas, permitiéndole dar a conocerse con mayor soltura entre la ciudadanía mexicana. El segundo en reaccionar fue el secretario Adán Augusto López, quien dijo será paciente, ya que ‘los tiempos del Señor son perfectos’, de acuerdo con su tweet. Le siguieron los congresistas de partidos satélites de Morena, el senador Velasco Coello (PVEM) y el diputado Fernández Noroña (PT), quienes buscan ser los caballos negros. El senador Ricardo Monreal, a quien no favorecen las encuestas, también hará su lucha. A quien se le percibe más temerosa de dejar el cargo es a la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum; dejar la Ciudad de México tan temprano pudiera generar un mayor vacío de poder en la ciudad, tras una mala administración con problemas graves como el metro, que muy bien pudiera aprovechar la oposición para hacerse aún más presente en la Capital.