El desdén de AMLO por los órganos constitucionales autónomos (OCAs) no es ninguna novedad. Cada vez que tiene oportunidad elabora algún plan para su eliminación o debilitamiento, ya sea a través de reformas constitucionales, legales o simplemente omite enviar propuestas de nombramientos. El caso más reciente es el veto que hizo sobre las designaciones que hizo el Senado para el Pleno del INAI: Ana Yadira Alarcón Márquez y Rafael Luna Vivas. La razón que dio para vetar los nombramientos es que estos obedecen a intereses partidistas, un nombramiento se hizo a favor del PAN y otro de MORENA. El Pleno del INAI ya acordó presentar una controversia constitucional argumentando que el veto debilita al Instituto, con la posibilidad de dejarlo inoperante con la próxima salida del comisionado Acuña Llamas.
Debido a los vicios que tuvo el proceso de nombramiento –se nombró a Luna, quien no estuvo entre los finalistas y era el candidato peor calificado, acusado de ser un favorito de Ricardo Monreal– el veto presidencial puede favorecer al INAI y a la ciudadanía a mediano o largo plazo. Esto se debe a que permitirá que una persona más apta y con mejores calificaciones técnicas para garantizar el derecho al acceso a la información pública y resguardo de datos personales ocupe el puesto.
En los próximos días, el Senado deberá volver a nombrar a dos comisionados, pero ahora estos serán aprobados por las tres quintas partes de los senadores presentes, es decir, por el voto de 77 senadores. Las bancadas de Morena, PT, PVEM y PES suman 76 senadores en su conjunto, faltandoles un voto suponiendo que no haya ausencias. En caso de aprobarse, el presidente aún puede ejercer su opción de veto una vez más. De ejercer el veto, el Senado procederá de nuevo a realizar dos nuevos nombramientos con el voto de las tres quintas partes de los senadores presentes, sin la opción del veto presidencial.
¿El veto del presidente habrá sido de buena fe, pensando en garantizar plenamente el derecho al acceso a la información y protección de datos personales? O más bien, ¿se trata de un último acto desesperado por debilitar al INAI? Démosle el beneficio de la duda.