En una semana, dos lamentables muertes ocurrieron dentro de la familia de las corcholatas de la 4T. Primero, un operador de Adán Augusto falleció cuando el avión en el que viajaba se desplomó en el Golfo de México después de haber salido de Veracruz. Después, en las costas del Pacífico, un operador de Marcelo Ebrard fue asesinado por un comando junto con su hijo mientras que su esposa sobrevivió al atentado.
En 1972, Francis Ford Coppola estrenó una película que haría historia en el mundo del cine. “El Padrino” se volvió la referencia por excelencia del crimen organizado en los Estados Unidos durante gran parte del siglo XXI. En una escena, Vito Corleone afirma que el poder de la mafia viene de los juegos de azar, el contrabando y la influencia que la famiglia tiene sobre los jueces, policías y políticos corruptos. Ahora, ¿es solo cosa de una película o la realidad supera la ficción?
La delincuencia organizada ha plagado la vida diaria de los mexicanos. En Guerrero, recientemente, la alcaldesa de Chilpancingo fue captada en un restaurante con el líder de la organización criminal de “Los Ardillos” negociando las demandas del mismo por influencia e impunidad. La reunión fue convocada después de que aparecieron cadáveres con la invitación escrita para la alcaldesa. Los narcobloqueos han aterrorizado Acapulco y algunos medios especulan que ocurre en respuesta a los sucesos con la alcaldesa en Chilpancingo y el control del tráfico de la amapola. La ciudad costera es tradicionalmente de interés para los carteles por que es un puerto internacionalmente famoso por el narcomenudeo.
El crimen organizado está tan cómodo en México que se sienten con el derecho de exigir poder e influencia al gobierno local y federal. Algunas organizaciones exigen su rebanada del pastel por haber llevado a la gubernatura o a la alcaldía a algunos personajes políticos. Vito Corleone en “El Padrino”, tal vez, es una versión muy light y simplificada del crimen organizado pero muestra la realidad de que el verdadero poder de estos grupos no son las drogas, las armas o la violencia, es la influencia dentro de las élites políticas mexicanas. Tal vez, por eso fallecieron esos operadores, tal vez es un mensaje para los posibles nuevos gobernantes: “Que no se te olvide a quién le tienes que rendir cuentas y quién te va a mantener en el poder. Entre perros hay razas, tu poder es limitado por nuestro poder ilimitado”.