Pues, resulta y resalta, aunque Ernestina Godoy lo quiera negar, que el tío Slim se portó mal y compartió el secreto de confesión de sus queridos usuarios. El periódico The New York Times investigó al menos 14 órdenes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (CDMX) en las cuáles solicita a Telcel entregar información de algunos políticos y funcionarios tanto de la oposición como de Morena.
Del 2021 al 2022, la Fiscalía tenía conocimiento de registros de mensajes de textos, llamadas y ubicación de personajes como Lilly Téllez y Santiago Taboada de la oposición, así como Horacio Duarte, aliado de Morena, Alessandra Rojo de la Vega, ex diputada y opositora a Claudia Sheinbaum, y Dolores Igareda, alta funcionaria de la Suprema Corte. En el 2017, el presidente López Obrador prometió que en su gobierno nadie sería espiado. Pues, ¡qué rápido se le olvidó su promesa al mandatario!
Los requerimientos de la fiscalía capitalina indicaban que la información buscaba una conexión con investigaciones de secuestros y desapariciones. No obstante, Godoy negó la existencia de carpetas de investigación por tales delitos y desmintió haber requerido esta documentación. Sin embargo, no es la primera vez que el gobierno ha sido cachado in fraganti espiando a sus ciudadanos. En la presidencia de López Obrador, el ejército del país ha utilizado en diversas ocasiones el programa espía “Pegasus” para vigilar a periodistas, defensores de los derechos humanos y funcionarios de su gobierno.
Recuerdo un fragmento de cierta obra de Orwell de 1949: “tenía usted que vivir con la seguridad de que cualquier sonido emitido por usted sería registrado y escuchado por alguien y que, excepto en la oscuridad, todos sus movimientos serían observados”. Hace 74 años que George Orwell nos dejó entre sus páginas una advertencia que hoy se ha vuelto realidad: no somos libres.