Esta semana se recortó el número de aspirantes para ser candidatos presidenciales por el Frente Amplio por México (FAM) a tres personas: Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes y Santiago Creel, quedando fuera Enrique de la Madrid. A diferencia de sus compañeros perredistas que quedaron descartados la semana pasada –Mancera y Aureoles–, De la Madrid adoptó una postura estoica, digna y de camaradería respecto a su salida de la contienda: felicitó a sus compañeros y ratificó su apoyo por el FAM y confía en que será la plataforma que logrará un mejor México.
La nueva etapa con los tres finalistas consiste en la participación de los contendientes en cinco foros regionales a lo largo del país y finalizará con una consulta nacional que tendrá lugar el 3 de septiembre y cuya base será el padrón de las personas que registraron su firma ante el FAM. El primer foro se celebró esta semana en Durango y los aspirantes lo aprovecharon para criticar el cinismo del Ejecutivo frente a la crisis de inseguridad y de corrupción presente en el país. El evento comenzó con un minuto de silencio por la tragedia de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, lo cual contrastó drásticamente con la postura presidencial de evitar el tema por medio de chistes machistas.
Tanto Xóchitl, Beatriz y Creel han mostrado que el Frente va unido, exponiendo una gran diferencia con la crisis del proceso en Morena provocada por las discrepancias y luchas internas entre sus ‘corcholatas’ respecto a las encuestadoras. Los discursos de Gálvez y de Paredes son desenfadados y naturales, con propuestas e ideas. De julio a la fecha, la oposición ha crecido mientras que Morena se estanca y exhibe lo peor de sí –misoginia, falta de empatía ante la tragedia, desentendimiento ante los problemas sociales–. Hace unos meses, las encuestas de preferencias rumbo al 2024 hacían imposible imaginar una alternancia en el Ejecutivo; hoy, los vientos comienzan a soplar en otra dirección.