El Congreso es la representación política del pueblo, el poder soberano, el elemento humano que integra el Estado mexicano. Una asamblea legislativa es el crisol de las corrientes políticas del momento de la elección. En sus decisiones se forja la diversidad política y el consenso. Pero también en sus omisiones se reflejan su deseos y decisiones. Por eso, en un poder legislativo se deben buscar los acuerdos y consensos, el diálogo debe ser la moneda de cambio.
El Congreso de la Ciudad de México está viviendo un verdadero impasse legislativo en lo que relativo a la ratificación de la fiscal Ernestina Godoy. Esta semana el bloque oficialista de Morena y sus aliados intentaron sacar la ratificación de la fiscal para que pueda estar cuatro años más al frente de la FGJ de la CDMX. Sin embargo, el bloque no cuenta con los votos necesarios – es decir una mayoría calificada de 44 legisladores – toda vez que cuentan máximo con 37 votos.
¿Pero por qué la oposición no quiere ratificar a Ernestina Godoy? En primer lugar, porque Morena tampoco está permitiendo la licencia definitiva de Santiago Taboada, alcalde de Benito Juárez y precandidato a la jefatura de Gobierno por el Frente. En segundo lugar, la Fiscalía de Godoy ha sido acusada por su participación en actos de espionaje político en contra de algunos políticos de la oposición e incluso de Morena.
Negar la ratificación de la fiscal conlleva algunas consideraciones. Primera, la salud de una democracia deliberativa. Una negativa también es una decisión política. No ratificar a la fiscal de la Capital del país es una decisión política que implica un rechazo al trabajo de la funcionaria. Esto es el resultado de un candado político de la constitución política local que busca fortalecer las decisiones de Estado y no permitir a una mayoría pisotear los derechos de una minoría legislativa.
Segunda, una negativa perpetua llevaría a buscar el 10 de enero de 2024 a una nueva fiscal de la Ciudad de México; se trata de una señal positiva sobre el funcionamiento de la democracia. La renovación de los puestos de poder, como lo es la titularidad del principal órgano de procuración de justicia, debe ser vía el consenso mayoritario.
Esta semana concluyó el periodo ordinario de sesiones y comenzó la Comisión Permanente. Restan cerca de 25 días para que el bloque oficialista logre algún acuerdo para ratificar a Godoy. De lo contrario, se buscará a un encargado de despacho en lo que el Consejo Judicial Ciudadano presenta una terna al Congreso de la Ciudad de México.